El efecto glow se percibe tras la primera aplicación, pero los resultados clínicos completos se observan entre 6 y 12 semanas, incluyendo mejoras en textura, firmeza, manchas, arrugas y luminosidad.
Primeras 2-4 semanas: Mayor luminosidad, hidratación y suavidad en la textura.
A partir de la semana 6: Comienzan a apreciarse cambios en firmeza, arrugas finas y tono uniforme.
Entre la semana 8 y 12: Resultados más globales en rejuvenecimiento, elasticidad y definición del óvalo facial.
La clave está en la constancia y la aplicación adecuada.